Mientras dura la mala racha, pierdo todo.
Se me caen las cosas de los bolsillos y de la memoria:
pierdo llaves, lapiceras, dinero, documentos, nombres, caras, palabras.
Yo no sé si será gualicho de alguien que me quiere mal y
me piensa peor, o pura casualidad,
pero a veces el bajón demora en irse y yo ando
de pérdida en pérdida, pierdo lo que encuentro,
no encuentro lo que busco, y siento mucho miedo
de que se me caiga la vida en alguna distracción.
Eduardo Galeano, El libro de los abrazos.
nado como siempre pero más ahora en un mar de dudas, aunque ahora va dejando de ser ese mar muerto en el que se flota sin hundirse ni moverse, va, ahora, transmutando de magma lechoso y estupor de goce en mar, en mar, y yo sé nadar
en ese magma nada se hunde; en el mar, en cambio, un porro incendiado se sumerge y apaga, se hunde, se pierde para siempre
se pierden cosas en el mar de los días, como mi fuego robado, como los dibujos y las palabras y las melodías de mi hija, como el caracol de mar que navegaba conmigo en mi fuego, como el cuaderno con tapas de madera y ochenta páginas de una novela que todavía no era, que ya no será
palabras que se pierden para siempre, como amores
palabras que volverán, algunas, a las yemas, como los amores, y ya no será lo mismo
la pérdida, el miedo a la pérdida
después, el miedo al alivio: ya no tendré que escribir esa novela
¿después?
después, ahora
ahora este cuaderno, y no ése
este cuaderno, que me llegó sin buscarlo, como el amor: fue amor lo que lo trajo
ahora, este cuaderno que con la sombra de mi mano de escribir entra en la foto que me regaló mi amigo, y con la foto y el amor y el amor de tantos entra en la tapa de mi libro ahora, de mi libro ahora
en ese magma nada se hunde; en el mar, en cambio, un porro incendiado se sumerge y apaga, se hunde, se pierde para siempre
se pierden cosas en el mar de los días, como mi fuego robado, como los dibujos y las palabras y las melodías de mi hija, como el caracol de mar que navegaba conmigo en mi fuego, como el cuaderno con tapas de madera y ochenta páginas de una novela que todavía no era, que ya no será
palabras que se pierden para siempre, como amores
palabras que volverán, algunas, a las yemas, como los amores, y ya no será lo mismo
la pérdida, el miedo a la pérdida
después, el miedo al alivio: ya no tendré que escribir esa novela
¿después?
después, ahora
ahora este cuaderno, y no ése
este cuaderno, que me llegó sin buscarlo, como el amor: fue amor lo que lo trajo
ahora, este cuaderno que con la sombra de mi mano de escribir entra en la foto que me regaló mi amigo, y con la foto y el amor y el amor de tantos entra en la tapa de mi libro ahora, de mi libro ahora
(ahora, gracias a la foto de rodrigo fierro)
4 comentarios:
Un robo, un despojo, una liberación. Gracias por el fuego, todos los fuegos, la fuego. Y despues de Ahora, ¿la novela del fuego? ¿de la fuego?
Un abrazo. F.
Me gusto muchisimo este blog..
Tiene algo que hace que no lo deje de leer...me encanto!
Besos..
gracias f, siempre
gracias vick...! (¿sos la vick de australia, canadá et al?)
abrazos
gastón
En el medio de la pérdida, encuentro palabras que hablan de otras pérdidas, y me identifico.
Perdí mi cámara de fotos; tal vez sería mas acertado habla de urto, pero el ladrón que no dejo huellas me invita a pensar en mi descuído, y pienso.
Algunas noches la encuentro en mis sueños, la guardo bajo mi almohada, pero la vuelvo a perder.
"Después, el miedo"... que perder la cámara no séa perder el foco.
"Ahora" es un libro disco precioso, que en medio de la pérdida, me trajo al encuentro de estas palabras... que hablan de otras pérdidas.
Gracias por el blog, el libro y el disco.
Abrazo
César
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